En Alboraya, a orillas del mar, se encuentra una ermita que fue levantada en memoria de un milagro: la Ermita dels Peixets. Esta ermita está dedicada al Santísimo Sacramento y tiene como fin la conmemoración del milagro ocurrido en el siglo XIV en este mismo lugar.
Cuenta la leyenda que un sacerdote que iba a visitar a los enfermos, cuando iba a cruzar el Carraixet, resbaló en el agua, se cayeron las Hostias y tuvo que dejar escaparlas para salvar su vida. De pronto, unos pescadores le avisaron porque habían visto que algunos peces tenían las Hostias en la boca y, así, el sacerdote pudo recuperarlas. Entonces, el sacerdote se arrodilló y rezó acercando el cáliz. Hoy en día, aún es posible consultar los numerosos documentos que testimonian el Milagro.
Arquitectónicamente, la ermita tiene una planta rectangular, de estilo neogótico y su construcción data del año 1901. La fachada está dividida verticalmente en tres tramos separados por contrafuertes rematados con pináculos decorativos. En el interior de la ermita, en la zona del Altar Mayor, puede verse un panel cerámico con la representación del milagro.
Esta ermita solo se abre el día de la fiesta, el lunes de después de 10 días de Pentecostés. Se celebra una concurrida romería a la ermita, con misa en la capilla, comida comunitaria en el paraje y distintos actos festivos y religiosos conmemorando el Miracle dels Peixets.