El Real Monasterio de la Santísima Trinidad de Valencia constituye un antiguo conjunto monástico que conserva su uso inicial. La fundación fue realizada por la reina María de Castilla, esposa de alfonso V el Magnánimo.
Durante la segunda mitad del siglo XV y los comienzos del siglo XVI el Monasterio vivió una etapa de gran brillantez, convirtiéndose en un foco cultural y espiritual y un referente para la ciudad de Valencia. Durante esta época fue abadesa, entre 1463 y 1490, la escritora y humanista Isabel de Villena.
A principios del siglo XVII, María de Corella, condesa de la Puebla, enriqueció con valiosas obras de arte y reliquias sagradas el Coro Bajo del Monasterio, que entre 1695 y 1700, vio revestir interiormente su iglesia con una decoración barroca, ejecutada por Felipe Serrano.
Fue declarado Monumento Nacional el 22 de diciembre de 1982 y posteriormente el Monasterio como bien de interés cultural el 4 de febrero de 1983.
En él, está sepultada la reina María de Castilla, lo que convierte al monasterio en el único Panteón Real enclavado en la Comundiad Valenciana.